¿Qué es el abismo fiscal de Estados Unidos y cómo le pega a México?
Tras la elección en Estados Unidos, la atención de los medios, los mercados y buena parte de los ciudadanos norteamericanos se ha volcado hacia el "abismo fiscal" que amenaza a la economía más grande del mundo en caer en una nueva recesión. Además, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, ha advertido a los países de América Latina para que no se confíen y evalúen planes para enfrentar una posible nueva crisis.
Pero, ¿qué es este abismo al que se enfrenta Estados Unidos y cómo nos puede afectar?
De manera general el abismo fiscal es un aumento de impuestos y reducción del gasto del Gobierno que entraría en vigor en cuanto inicie el 2013 si no se logra un acuerdo para extenderlo. Cuando inició la crisis financiera de 2007, una de las medidas del Gobierno de George Bush para estimular a la economía fue la reducción de impuestos a los estadounidenses y un aumento en el gasto gubernamental. ¿Cómo se financió? Con deuda.
Se pensaba que para estas fechas dichos estímulos podrían retirarse, por lo que la ley marca que cuando inicie el próximo año, éstos ya no existirán. Pero, dada la frágil recuperación que ha tenido la economía del vecino país, la falta de estímulo podría sumirlos en una nueva recesión.
Pero veamos cómo están las cosas con números. Actualmente los estadounidenses pagan 2,5 billones de dólares, mientras que el gobierno gasta 3,3 billones. Esto se financia con una deuda de 1,1 billones de dólares. De entrar en vigor el ajuste o abismo, los impuestos subirían a 2,9 billones y el gasto se reduciría a 3,2 billones; de la misma manera, la deuda decrece a 600 mil millones de dólares.
La discusión que se tiene entre el presidente Obama y John Boehner, presidente de la Cámara baja del Congreso y miembro del Partido Republicano, es cómo extender y disminuir estos estímulos en un nivel que no afecte la recuperación.
Por una parte Obama quiere que los impuestos aumenten a 2,7 billones, principalmente mediante mayores impuestos al 2% de la población más rica y que no se toque lo que paga la clase media. Mientras que Boehner pide que aumenten a 2,6 billones, pero que sea parejo para todos.
Por el lado del gobierno, Obama no quiere que se reduzca el gasto que su administración ejerce, mientras que el republicano quiere reducir las erogaciones a 3,2 billones de dólares.
Entonces, ambos planes proponen que el déficit de Estados Unidos caiga de los 800 mil millones de dólares actuales a 600 mil millones (lo cual es mejor que los 300 mil millones que implica el abismo fiscal). Pero la principal discusión es quién cargará con la mayor parte de los recortes, si el gobierno, la clase media o los más ricos.
Y a todo esto, ¿México qué tiene que ver? El Producto Interno Bruto de un país se componen de el gasto de los consumidores, las inversiones, el gasto del gobierno y el comercio internacional. Con un débil crecimiento como el que tiene Estados Unidos, un alza en los impuestos disminuiría el gasto de las personas, así como el gasto gubernamental, lo que haría que el PIB caiga y entren en recesión.
Si Estados Unidos entra en recesión, empresas y consumidores comprarían menos productos del exterior y, dado que el 76% de nuestras exportaciones van para allá, México también se contagiaría. Además, un clima de incertidumbre en Estados Unidos y la debilidad de Europa volverían a apanicar a los mercados financieros, el tipo de cambio podría volver a subir... y el resto de la historia ya la vivimos en el pasado.
¿Qué pasará? Muy probablemente lleguen a un acuerdo a tiempo, pero el mundo no estará exento de los temores y la incertidumbre en lo que esto sucede.
Pero, ¿qué es este abismo al que se enfrenta Estados Unidos y cómo nos puede afectar?
De manera general el abismo fiscal es un aumento de impuestos y reducción del gasto del Gobierno que entraría en vigor en cuanto inicie el 2013 si no se logra un acuerdo para extenderlo. Cuando inició la crisis financiera de 2007, una de las medidas del Gobierno de George Bush para estimular a la economía fue la reducción de impuestos a los estadounidenses y un aumento en el gasto gubernamental. ¿Cómo se financió? Con deuda.
Se pensaba que para estas fechas dichos estímulos podrían retirarse, por lo que la ley marca que cuando inicie el próximo año, éstos ya no existirán. Pero, dada la frágil recuperación que ha tenido la economía del vecino país, la falta de estímulo podría sumirlos en una nueva recesión.
Pero veamos cómo están las cosas con números. Actualmente los estadounidenses pagan 2,5 billones de dólares, mientras que el gobierno gasta 3,3 billones. Esto se financia con una deuda de 1,1 billones de dólares. De entrar en vigor el ajuste o abismo, los impuestos subirían a 2,9 billones y el gasto se reduciría a 3,2 billones; de la misma manera, la deuda decrece a 600 mil millones de dólares.
La discusión que se tiene entre el presidente Obama y John Boehner, presidente de la Cámara baja del Congreso y miembro del Partido Republicano, es cómo extender y disminuir estos estímulos en un nivel que no afecte la recuperación.
Por una parte Obama quiere que los impuestos aumenten a 2,7 billones, principalmente mediante mayores impuestos al 2% de la población más rica y que no se toque lo que paga la clase media. Mientras que Boehner pide que aumenten a 2,6 billones, pero que sea parejo para todos.
Por el lado del gobierno, Obama no quiere que se reduzca el gasto que su administración ejerce, mientras que el republicano quiere reducir las erogaciones a 3,2 billones de dólares.
Entonces, ambos planes proponen que el déficit de Estados Unidos caiga de los 800 mil millones de dólares actuales a 600 mil millones (lo cual es mejor que los 300 mil millones que implica el abismo fiscal). Pero la principal discusión es quién cargará con la mayor parte de los recortes, si el gobierno, la clase media o los más ricos.
Y a todo esto, ¿México qué tiene que ver? El Producto Interno Bruto de un país se componen de el gasto de los consumidores, las inversiones, el gasto del gobierno y el comercio internacional. Con un débil crecimiento como el que tiene Estados Unidos, un alza en los impuestos disminuiría el gasto de las personas, así como el gasto gubernamental, lo que haría que el PIB caiga y entren en recesión.
Si Estados Unidos entra en recesión, empresas y consumidores comprarían menos productos del exterior y, dado que el 76% de nuestras exportaciones van para allá, México también se contagiaría. Además, un clima de incertidumbre en Estados Unidos y la debilidad de Europa volverían a apanicar a los mercados financieros, el tipo de cambio podría volver a subir... y el resto de la historia ya la vivimos en el pasado.
¿Qué pasará? Muy probablemente lleguen a un acuerdo a tiempo, pero el mundo no estará exento de los temores y la incertidumbre en lo que esto sucede.
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